Con su colosal cúpula, sus intrincados mosaicos y su exquisita decoración, Santa Sofía, del siglo VI, es el epítome de la arquitectura bizantina. Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, es testimonio de la rica y diversa historia de Estambul.
Fundado en
537
Fundado por
Emperor Justinian I
DIRECCIÓN
Sultan Ahmet, Ayasofya Meydanı No:1, 34122 Fatih/İstanbul, Türkiye
DURACIÓN RECOMENDADA
1 hour
Horarios
9–19:30
VISITANTES AL AÑO
3500000
ENTRADAS
Desde 33,50 €
AÑO DE INSCRIPCIÓN A LA UNESCO
1985
¿Lo sabías?
Santa Sofía sirvió de inspiración para la Mezquita Azul. Su magnífica cúpula dio lugar a la construcción de la otra mezquita emblemática de Estambul.
Santa Sofía se utilizó en su día como almacén militar durante el Imperio Otomano. Dentro de sus muros se almacenaban cañones y municiones.
Santa Sofía ha sufrido terremotos en numerosas ocasiones, lo que ha provocado grietas en su tejado y el derrumbe de sus semicúpulas. Ha sido reparada y restaurada varias veces a lo largo de su historia.
Elevándose por encima de todo, la cúpula de Santa Sofía es una maravilla de la ingeniería que ha inspirado a arquitectos durante siglos. Contempla sus intrincados detalles y mosaicos, y aprecia la luz del sol filtrándose por sus ventanas.
Este cautivador mosaico, que data del siglo XIII, representa a Cristo flanqueado por María y Juan el Bautista. Admira los vibrantes colores y las solemnes expresiones de las figuras.
Disfruta de una tradición local tocando la columna de los deseos, que se cree que concede deseos y posee poderes curativos. Toca el suave mármol y susurra tu deseo en la hendidura.
Este nicho ornamentado indica la dirección de La Meca, guiando a los fieles musulmanes durante sus oraciones. Observa la intrincada caligrafía y el significado que tiene para la fe islámica.
El Minbar es un púlpito elevado, desde donde el imán pronunciaba sermones para guiar e inspirar a las congregaciones a lo largo de los siglos. Contempla los detalles decorativos e imagina el poder que tuvo antaño.
Se dice que una desgastada columna de Santa Sofía contiene propiedades curativas. Los visitantes suelen rodear sus crestas con los pulgares en busca de bendiciones.
Esta gran entrada, antaño reservada a los emperadores, da ahora la bienvenida a los visitantes de Santa Sofía. Cuando visites el museo de la mezquita, admira su enorme tamaño y su intrincada decoración.
Ocultos durante siglos bajo el yeso otomano, estos impresionantes mosaicos representan figuras y escenas bíblicas. Maravíllate ante su belleza artística y aprecia su redescubrimiento.
Tómate un momento de paz en esta galería porticada, que ofrece una serena escapatoria de las multitudes. Admira las columnas e imagina a los emperadores que paseaban por aquí.
El emperador Justiniano I, movido por la ambición y la piedad, imaginó un monumento que superaría a todos los demás. Santa Sofía no era una simple mezquita, sino una declaración del poder bizantino y un testamento de la gloria de Dios. Encargó a dos audaces arquitectos, Isidoro de Mileto y Antemio de Tralles, esta tarea imposible.
Desafiando a la gravedad y a la tradición, emplearon técnicas revolucionarias como ladrillos ligeros de piedra pómez y nervaduras ocultas para sostener la cúpula, que batió todos los récords. En el interior, encontrará brillantes mosaicos que representan ángeles y santos en las vastas paredes, reflejando la luz de altísimas ventanas.
Las columnas doradas y los suelos de mármol evocaban la opulencia, mientras que el centro de atención seguía siendo la cúpula, pintada con estrellas para evocar los cielos. El sueño de Justiniano se materializó: una impresionante fusión de genio de la ingeniería y esplendor artístico, que grabó para siempre su nombre en la historia.
Con más de 1.500 años de antigüedad, Santa Sofía es una maravilla de la arquitectura bizantina. Su construcción desafió las convenciones, superando los límites de la ingeniería con piedra pómez ligera y nervaduras ocultas para sostener su cúpula, que batió todos los récords. Terminada en el año 537 d.C., esta proeza arquitectónica se elevó por encima de todas las demás, simbolizando tanto el poder imperial como la presencia divina.
En el interior, la luz entra a raudales por las altísimas ventanas, iluminando los vibrantes mosaicos que representan ángeles y santos. Las columnas doradas y los suelos de mármol destilan opulencia. La gran cúpula crea la ilusión de estar mirando al cielo, desdibujando los límites entre lo terrenal y lo celestial.
Pero la brillantez de Santa Sofía no reside solo en su tamaño y grandeza, sino en su innovadora mezcla de estilos. Las basílicas romanas proporcionaron los cimientos, mientras que las influencias orientales introdujeron la planificación centralizada y las cúpulas. Esta fusión dio origen a un estilo único que influyó en la arquitectura durante siglos. Con su impresionante cúpula, sus brillantes mosaicos y su innovadora ingeniería, Santa Sofía sigue siendo un testimonio de la ambición humana, la maestría artística y la brillantez arquitectónica.
Santa Sofía, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una estructura monumental de Estambul que ha servido como iglesia, mezquita y museo a lo largo de sus más de 1500 años de historia. Actualmente, funciona como mezquita, pero sigue siendo una atracción importante por sus maravillas arquitectónicas y su mezcla única de influencias religiosas.
Conocida por su imponente cúpula, su innovadora arquitectura bizantina y su rica historia como lugar de culto de diversas religiones, Santa Sofía es un símbolo de intercambio cultural y logros arquitectónicos.
Podrá contemplar la grandeza de la mezquita, admirar sus mosaicos y detalles arquitectónicos y conocer su historia.
La construcción de Santa Sofía concluyó en el año 537 d.C. bajo el mandato del emperador bizantino Justiniano I.
Santa Sofía se encuentra en el distrito de Sultanahmet, Estambul (Turquía); ocupa un lugar destacado en el centro histórico de la ciudad.
Hay muchas opciones de transporte público, como autobuses, tranvías y el metro, que conecta con Sultanahmet.
Santa Sofía abre todos los días del año. Sus horarios de oración varían a lo largo del día. Puedes consultar el horario de apertura de Santa Sofía para obtener información más detallada sobre sus horas de oración.
El mejor momento para visitar Santa Sofía es por la mañana temprano o entre semana, ya que hay menos gente. Evita los viernes y las horas de oración para garantizar el acceso.
Aunque la mezquita es en gran medida accesible en silla de ruedas, algunas zonas pueden tener accesibilidad limitada, a pesar de la presencia de rampas y ascensores.
Fuera de la mezquita hay pequeños cafés y vendedores de aperitivos. Cerca, la plaza de Sultanahmet ofrece numerosos restaurantes.
En general, está permitido fotografiar sin flash, excepto durante los momentos de oración y en las zonas designadas. Sea respetuoso con los fieles.
Se recomienda un atuendo modesto que cubra hombros y rodillas, tanto para hombres como para mujeres. Hay que tomar un velo en la entrada si no se llevan encima.
El Palacio de Topkapi, la Mezquita Azul, la Cisterna Basílica y el Gran Bazar se encuentran a poca distancia a pie, ofreciendo una rica experiencia histórica y cultural.